Cuando se es adicto al cigarrillo y se pretende abandonar el hábito de fumar, algunas personas terminan dándose cuenta que no es una labor tan sencilla, debido a los síntomas que presentan: dolores de cabeza, ansiedad, insomnio, entre otros, y finalmente, terminan retomando el vicio.
No puedo dejar de fumar: ¿Por qué?
Esto hace que se formulen esta pregunta: ¿Por qué no puedo dejar de fumar? Hasta no se hace mucho se decía que la nicotina era el único componente responsable de la adicción. Pues al fumar, esta sustancia suele ser absorbida por los pulmones y seguidamente se distribuye por el resto del organismo hasta llegar al cerebro.
Tras arribar a esta zona del cuerpo, provoca la liberación de unas sustancias que genera un incremento del relax, la concentración y el placer. Pero, ¿qué sucede luego? cuando ya no hay rastros de nicotina en el organismo, éste vuelve a solicitar su consumo para entrar en ese estado de confort y relajación. Sin embargo, la ciencia ha revelado que el causante de esta adicción no se le atribuye solamente a la nicotina, nuestros genes también pueden incidir.
¿No puedo dejar de fumar por mis genes?
Un estudio efectuado por la Universidad Europea de Madrid, liderado por el investigador Félix Gómez-Gallego, demostró que el ADN humano también indica si una persona es metabolizadora lenta o rápida, en efecto, que se puede erradicar la nicotina de una manera reposada o acelerada.
Ahora bien, si siempre te preguntas: ¿por qué no puedo dejar de fumar? Sí, esta podría ser otras de las causas por la que te cuesta desprenderte de este hábito, ya que al parecer la personas que tienen un metabolismo rápido de la nicotina, al comenzar a fumar, experimentan una sensación de placer mayor que los otros individuos que poseen genes que reaccionan de manera más lenta a esta sustancia.
De manera que las personas de genes rápidos son las candidatas perfectas para convertirse en adictos al cigarrillo, mientras que los individuos de metabolismo lento tienen menos posibilidades de convertirse en fumadores habituales, ya que suelen tener efectos más adversos que de placer, así lo ha explicado Gómez-Gallego en su investigación.
¿Cómo se soluciona este problema?
Seguramente después de leer esto dirás: No puedo dejar de fumar porque tengo un metabolismo rápido, ¿qué hago ahora para solucionar este problema? Bien, esto todavía es un misterio, pero según el investigador, es probable que en un futuro no muy lejano se comiencen a emplear los polimorfismos genéticos como marcadores extras que posibilitarán escoger el tratamiento correcto para cada fumador y aumentar los ratios de abstinencia, y a su vez, la posibilidad éxito.
