El dolor de garganta es un mal muy común y que puede ser de muchos tipos dependiendo de cual sea la causa del mismo, y es llamado faringitis o infección de garganta. Se define como dolor de garganta el dolor, el escozor o irritación de la garganta y el dolor en la boca. Al padecer dolor en el cuello tienes problemas para tragar comida y/o líquidos y el dolor empeora al intentar tragarlos. Aún así hay otros síntomas de la faringitis aparte del dolor, cómo podria ser la sequedad de boca y garganta, el hinchazón de las glándulas en el cuello, plaquetas blancas en la garganta y otros.
El dolor de garganta: una incómoda molestia de fácil remedio
Si hay una dolencia más común de lo que pensamos, esta es el dolor de garganta. Esta afección puede aparecer no solo en invierno, por las infecciones virales y bacterianas frecuentes de esta época, sino también en pleno verano, por los contrastes de temperaturas ambientales, el consumo de bebidas más frías de lo normal, etc. Igualmente, en situaciones en las que se debe hacer un uso continuado de la voz, como ocurre en determinadas profesiones, si no se toman las precauciones pertinentes, se pueden producir irritaciones que desemboquen en el dolor de garganta. Por todo ello, la gravedad de la dolencia y el tratamiento para acabar con ella dependerá de las circunstancias que la hayan originado.
El dolor de garganta se presenta como una inflamación de la faringe, por lo que esta afección también suele ser conocida como faringitis. Cuando el dolor se acompaña de fiebre superior a 38ºC, malestar general o imposibilidad al tragar, es recomendable la visita al médico, puesto que puede ser necesaria medicación y, en casos más graves, la toma de antibióticos. Pero en general, si un dolor de garganta no persiste más de dos-tres días y no hay ningún otro síntoma que requiera de mayor atención, existen remedios caseros que ayudarán a la mejora de la dolencia, sin tener que pasar por la consulta médica.
Remedios caseros para el dolor de garganta
Si hay un remedio fácil de preparar, eficaz, y que sin duda, toda abuela recomendaría ante un dolor de garganta, es la toma de miel y limón. Estos productos naturales cuentan con propiedades antisépticas, antibacterianas y antioxidantes, las cuales son sumamente beneficiosas para nuestro sistema. La razón de combinar productos con propiedades similares es potenciar su efecto y, al mismo tiempo, contrarrestar la acidez del limón con la suavidad de la miel. La preparación de este remedio para el dolor de garganta es muy simple, ya que solo hay que exprimir el zumo de un limón, añadirle una cucharada de miel y remover bien. Si el zumo se entibia previamente, la miel se disolverá mejor. Una vez preparado, debemos tragarlo a pequeños sorbos, de forma lenta. Una manera opcional de preparar este remedio para el dolor de garganta es realizar una infusión de tomillo, que también cuenta con propiedades antisépticas, y posteriormente añadir el zumo del limón y la cucharada de miel, para tomar caliente.
Otro remedio casero que ofrece alivio al dolor de garganta es realizar gárgaras con agua tibia a la que se le habrá añadido una pequeña cucharada de sal. La combinación provocará que el pH natural de la garganta se restablezca, aliviando la irritación y con ello, ayudando a la curación.
Otra opción para hacer gárgaras es utilizar vinagre de manzana, también antiséptico y antibacteriano, que se añadirá con un par de cucharadas a un vaso de agua caliente.
Una posibilidad más, si contamos en casa con extracto de propóleo, es la ingestión de medio vaso de agua caliente con siete gotas de esta sustancia elaborada por las abejas, tomándolo a pequeños sorbos.
Cualquiera de estas soluciones es recomendable tomarlas varias veces al día.
Cómo prevenir el dolor de garganta
Antes de tener que acudir a estos remedios, no hay duda de que la prevención será nuestra mayor aliada. Para ello, es muy importante mantener hidratada la garganta, pero sin abusar de bebidas frías; lavarse bien las manos para evitar contagios; evitar el tabaco; procurar mantener el cuello abrigado en ambientes fríos y no respirar por la boca; y si es posible, no forzar la voz.
No debemos olvidar que ante la durabilidad del dolor de garganta o la aparición de otros síntomas, siempre debemos consultar a nuestro médico. Deja un comentario si tienes alguna duda o problema, estaremos encantados de ayudarte en todo lo posible.
