Cómo dejar las pastillas

Los psicofármacos, también llamados psicótropos o coloquialmente pastillas, prescritos y utilizados adecuadamente permiten atenuar o eliminar diversas formas de sufrimiento psíquico: enfermedad maniacodepresiva, ansiedad, depresión, trastornos delirantes… El efecto de los psicofármacos varía según su composición química, las dosis administradas y la sensibilidad individual del paciente. Mezclar este tipo de medicamento a otras substancias psicoactivas (alcohol, thc, cocaína…) conlleva importantes riesgos y debes dejar las pastillas, sobre todo porque los efectos de ciertas interacciones no son totalmente conocidos.

Las pastillas o benzodiacepinas pertenecen al grupo de los denominados ansiolíticos, son medicamentos psicotrópicos ya que actúan sobre el sistema nervioso central.

Uno de los mayores factores que inciden al aumento en el consumo de benzodiacepinas és la libre prescripción medica.
La automedicación es otro factor relevante que juega en contra, a la hora de seguir una pauta de medicación correcta.
Son asociados socialmente para tratar depresión, ansiedad y estrés entre otras.

ADICCIÓN A LAS PASTILLAS

El autoengaño, convencerse a si mismo de una verdad infundada, es una conducta que suscita al no dejar de consumir.
y eso conlleva a que cuando un individuo consume psicofármacos desarrolla una conducta evasiva

El individuo que consume pastillas, crea una enorme tolerancia. La ausencia de la dosis diaria provoca ansiedad, y con el tiempo aparece la necesidad de consumir más pastillas para obtener los mismos efectos que al principio.
Se desarrolla la enfermedad de la adicción.

LAS CONSECUENCIAS DE LAS PASTILLAS

Los efectos inmediatos son sedantes, hipnóticos incluso actúan como relajantes musculares.

A largo plazo aparecen los efectos negativos en la función cognitiva, salud física y salud mental.

La automedicación de cada dosis y la combinación con otras substancias psicoactivas, son factores que van a incidir a la eclosión de la enfermedad de adicción. Las personas que toman benzodiacepinas a diario tienen una una reducción en la sensibilidad a otras dosis adicionales de benzodiacepinas, esto provoca una gran tolerancia física y psíquica, que va a favorecer la aparición del síndrome de abstinencia.

Existen otras complicaciones asociadas como la destrucción del entorno social, personal y familiar. Estas consecuencias complican dejar las pastillas, ya que añaden al paciente más presión y ansiedad, con lo que complica la recuperación.

COMO ACTUAR?

Si crees que tienes un problema o sospechas que un familiar padece adicción a la benzodiacepina, lo mas importante es acudir a profesionales para recibir el diagnóstico adecuado. En el caso de necesitar una desintoxicación, hay que saber que se requiere de supervisión médica, ya que si una persona adicta abandona el consumo de una manera drástica, sufrirá un síndrome de abstinencia grave, con temblor, sudoración, taquicardia y ansiedad.

¿Qué riesgos comporta consumir pastillas?

Las benzodiacepinas generan dependencia física y psíquica y dejar las pastillas es necesario, favorecidas por la duración del tratamiento o durante la propia

automedicación que el paciente realiza. La dependencia física y psíquica se traduce, cuando se interrumpe bruscamente el tratamiento o se para el consumo por no disponer de más fármacos, en un fenómeno de privación, siendo los principales síntomas de abstinencia el insomnio, los dolores musculares, la ansiedad, la irritabilidad y la agitación. En los casos de dependencia es necesaria una desintoxicación en una clínica especializada.

Aunque algunos fármacos psicoactivos no generan dependencia física, sí pueden producir dependencia psíquica de aquí que en un tratamiento no solamente será correcto si se hace una desintoxicación ya que, ésta deberá ir acompañada de una deshabituación. Aquí se incluyen: psicotrópicos, opiáceos, barbitúricos, anfetaminas y benzodiacepinas.

¿Qué efectos tienen?

Según la categoría a la que pertenezcan tendrán efectos si no te decides a dejar las pastillas:

• Tranquilizantes: disminuyen la angustia y las manifestaciones de ansiedad (insomnio, tensión muscular…). Conllevan un alto riesgo de dependencia.
• Somníferos: destinados a provocar y/o mantener el sueño, suelen disminuir el estado de alerta mientras se está despierto. Conllevan.
• Antidepresivos: con síntomas como la disminución acentuada del interés o el placer de vivir, trastornos del sueño, agitación o apatía, sensación de fatiga o pérdida de energía inexplicables, disminución de la aptitud para pensar y de centrarse. Más información sobre los antidepresivos en la Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Antidepresivo
• Antipsicóticos: fármacos usados en psiquiatría, generalmente para el tratamiento de la psicosis.

Dejar los antidepresivos es posible si te lo propones, pero debes poner de tu parte y dejar que te ayuden. Pide ayuda y dejalos ahora.

Nota: La información presente en esta web no remplaza si no complementa la relación médico-paciente y en caso de duda se consulte con el médico de referencia.