Si quieres ayudar a alguien a dejar de fumar, estas de suerte porque…
Afortunadamente, cada vez más dejar de fumar se ha convertido en los últimos años en un fenómeno en aumento. Las campañas por parte de las administraciones sanitarias y la mayor demanda de tratamiento por parte de los fumadores, facilitada por la presión social al abandono de los cigarrillos, el mayor conocimiento de los efectos del tabaco en la salud y la firme verificación de que es una dependencia, han ayudado a todo ello.
Ahora incluso muchos fumadores ven en el hábito de fumar una costumbre antisocial. Que todo se acaba, que miles de personas lo dejan a diario y que cada vez son menos.
Antes de nada, ten en cuenta que…
Los fumadores no fuman porque les gusta, eso es sólo lo que dicen a los demás y a ellos mismos para no perder su dignidad. Fuman porque creen «erróneamente» que su vida depende del tabaco, porque creen «erróneamente» que les relaja, que les da coraje y confianza, que no pueden disfrutar de la vida sin cigarrillos. Si intentas que un fumador pueda conseguir dejar de fumar por la fuerza o sacarle de ese laberinto por narices, se sentirá como un animal acorralado, y necesitará fumar aún más. Corres el riesgo de convertirle en fumador secreto, lo cual le convencerá más todavía de que el cigarrillo es lo más importante del mundo.
Debes entender que tomar la decisión de dejar de fumar es personal, es decir, por más que tú quieras que esa personas que quieres ayudar deje de fumar, si la persona no está convencida nunca lo hará, es más, a veces cuanto más se presiona o incita a la persona esta menos quiere hacerlo.
No es una metodología adecuada intentar obligar a nadie a dejar de fumar. Todas las personas deben seguir un proceso personal hasta decidir que quieren librarse del tabaco.
Una vez sabido esto, ¿qué puedes hacer para ayudarle a dejar de fumar?…
Si quieres a alguien y te duele ver cómo se está perjudicando con el tabaco, puedes contribuir a que avance en el proceso personal de encontrar causas para querer dejar de fumar.
Si la persona a quien quieres ayudar no se ha pensado seriamente dejar de fumar, sugiérele la posibilidad de que lo empiece a pensar, de un modo sutil y cautelos/a:
- Pregúntale si aceptaría tu ayuda para dejar de fumar.
- Incrementa su confianza, diciéndole que es capaz de hacerlo.
- Cuéntale sobre las ventajas de vivir libre del tabaco.
- No te cueles con el asunto, llévalo con sensibilidad y aprovecha oportunidades adecuadas para recordárselo de vez en cuando.
- No le hagas sentir culpable, la mayoría de las personas quieren dejar de fumar, pero se sienten inseguras o creen que no lo conseguirán. Necesitan apoyo, comprensión y ayuda, si la piden.
- Se paciente si al final lo intenta y se vuelve insoportable durante unos días.
Yo fumo, pero mi pareja está embarazada y quisiera saber si puedo ayudarla a dejar de fumar…
Tienes que saber que tu apoyo es importante para ayudarla a dejar de fumar, aunque tú continúes fumando. Puedes apoyarla de distintas formas:
- Planteate también tú dejar de fumar, por ella, por vuestro bebé y por tí mismo. Supone una excelente oportunidad para ayudaros juntos.
- Si no puedes dejar de fumar, evita fumar delante de ella. Si te urge fumar en tu hogar, intenta fumar en una sola habitación, aislada del resto de la casa y bien ventilada. O, si es posible, hazlo mejor en el exterior, como en un balcón, terraza, porche, patio, etc.
- Nunca le ofrezcas tabaco.
- No olvides que vivir en un ambiente libre de humo es especialmente fundamental para embarazadas y niños pequeños.
- Ruégale a familiares y amigos que no fumen cuando están con ella.
- Al salir fuera, procurad pasear al aire libre, ir al cine o a espectáculos y restaurantes donde haya espacios libres de humo.
Si alguien te pide directamente tu ayuda para dejar de fumar…
Agradécele la confianza que en tí ha depositado para que le ayudes a dejar de fumar y:
- Muéstrale tu predisposición a darle apoyo incondicional.
- Puedes preguntarle por los motivos personales y/o familiares que le llevan a tomar esa decisión. Recálcale que le será muy útil recordarlas en todo momento.
- Aconséjale, por ejemplo, las recomendaciones que se ofrecen en esta página.
- Comunícale que siempre estarás ahí y que podrá llamarte siempre que necesite tu apoyo. Deberás tener paciencia si te llama en alguna ocasión inoportuna o se pone de mal humor más que de costumbre.
- Sugiérele hacer ejercicio juntos mientras se quita del tabaco, como salir a caminar.
- Demuéstrale que te preocupas preguntándole por sus sensaciones y dale reconocimiento a sus logros.
- Si logra dejar de fumar, plantea hacer alguna actividad agradable: invítale al cine, a cenar, etc.
- Si recae, anímale a que valore el tiempo que se ha mantenido sin fumar y a que busque y analice el motivo de la recaída, para que cuando lo intente otra vez pueda prepararse mejor para alcanzar su objetivo.
¡Cuidado!, tu pasado como ex-fumador puede echar por tierra tu ayuda…
En general, es importante no hacerle sentirse discriminada o discriminado, no estar siempre diciéndole que está contaminando la atmósfera o que es una persona sucia. Muchos creen que el ex-fumador es el más agresivo en este sentido. Yo creo que hay algo de verdad en eso. El ex-fumador, aunque se alegra de ser no fumador está todavía bajo la influencia del tabaco, porque todavía cree que ha sacrificado algo. Se siente vulnerable y para defenderse pasa al ataque. Puede que así se ayude así mismo, pero no ayuda al fumador. Lo único que consigue es ponerle a la defensiva, hacerle sentirse más desgraciado todavía, y aumentar su necesidad de fumar.
Ayudar a una persona a dejar de fumar y ver como lo consigue es una fuente de satisfacción increíble. Como dice el refrán: «Lo que das te lo das a tí mismo, y lo que no das te lo quitas».